ANTE LA CONVOCATORIA
ESTIMULANTE COVID-19
La convocatoria de emergencia
"Estimulante Covid-19", como históricamente ha sucedido con muchas
convocatorias del IPCC Cartagena en el pasado, deja mucho que desear. Habíamos
comenzado bien, con una convocatoria de circulación mucho mejor que lo que
existía. Pero aquí nos caímos por varias circunstancias.
Es triste que la cabeza del
Sistema Distrital de Cultura no haya llamado, en las actuales condiciones, a
consulta a su instancia legal de participación ciudadana, el Consejo Distrital
de Cultura y que haya preferido inoperantes receptorios web y
"zoomizado" la consulta ciudadana, enredándola innecesariamente y que
los Consejeros hayamos tenido que recurrir a llamar a las organizaciones
culturales de la ciudadanía para apoyarnos, al no ser escuchados en este y
otros aspectos.
Así fue como desde que comenzó la
emergencia, el Consejo Distrital de Cultura de Cartagena. CDC., la UNIDAD DE
ARTISTAS DE CARTAGENA - UNA CARTAGENA y el 3C Colectivo Cultural Cartagena
presentamos una propuesta para recurrir a las artes y la cultura durante la
cuarentena y luego en la recuperación social postemergencia, con cargo a los
recursos que para fomento y estímulo existieran y de esa forma atender a las
necesidades del sector, afectado humana y económicamente por la pandemia. No es
que tuvieran que aplicarla tal cual, pero sí esperábamos una concertación a
partir de una serie de sugerencias urgentes, que en general fue desatendida.
En medio de la emergencia, vino
también el tramposo decreto 475 que arrebata Duque a la infraestructura de las
artes escénicas (LEP), prácticamente inexistente en lugares diferentes a
Bogotá, Medellín y Cali y que marchita cualquier posibilidad de crecimiento a
futuro, en lugar de recurrir a recursos propios del Ministerio, congelados en
un 65% por el Ministerio de Hacienda, el mismo del carrasquiñoso que le pica la
plata del erario.
Tampoco tuvo en cuenta el
subpresidente recursos de regalías, consumo de telefonía móvil, economía
naranja o incluir en los rescates económicos a las ESAL artísticas y
culturales, sólo banca e industria.
Localmente nos encontramos
también que se destinaron recursos de Fomento a las Artes y la Cultura para el
fondo de emergencia de la Alcaldía, y ya hemos preguntado ¿por qué no se tomaron
recursos de las fiestas de la independencia, que muy posiblemente no se hagan?
pero sin respuesta.
Ahora, en la crisis, tenemos una
convocatoria con unos montos que muchos llaman de miseria, porque no alcanzan
ni a un SMMLV con una proyección de beneficiarios inédita: 992. ¿De dónde sale
esta cifra? ¿Cuántos de ellos tienen el requisito de seguridad social para
poder participar?
Muchos de nosotros entendemos que
es lo que hay, sin que eso signifique conformismo. Para nada. De seguro
seguiremos cuestionando y exigiendo más para un sector de la sociedad que
debería ser mucho más importante por su quehacer para lo que se supone que es
Cartagena de Indias: Patrimonio Cultural de la Humanidad. Y más en una
administración que prometió "romper las cadenas de la corrupción".
Pero entendemos que es lo que
hay. Que no encontraremos, ni siquiera en la crisis, generosidad de parte de
cierto pequeño monstrico que existe como un secreto a voces, que se ha
alimentado históricamente de los recursos de las artes y la cultura y que no
quiere "soltar la teta".
Pero le apostaremos a que muchos
artistas y gestores culturales accedan a este "perdone lo poquito"
porque es la única manera de que no se los lleven los de las listas falsas, las
que por el estilo del tal "ingreso solidario" se han descubierto en
los últimos días. Porque corremos el riesgo de que se replique por acá, como
muy seguramente ha venido sucediendo hace años, si los secretos a voces son
ciertos.
Propusimos trabajar por la
ciudadanía desde el arte y la cultura. Y nos malentendieron o simplemente
hicieron lo que les parece o lo que les conviene, porque nadie puede negar que
hay un problema grave que viene desde hace años y que al parecer la nueva
administración no ha podido superarla.
Sospechamos las leguleyadas de
quienes vienen siendo cuestionados desde hace años, en una institución que
históricamente pareciera que su interés ha sido el crecimiento de las artes y
la cultura, pero como la cola del caballo: hacia abajo. Cuando lo que hemos
necesitado es mayor inversión para el desarrollo de las artes y la cultura, lo
único que ha crecido en las últimas administraciones son las OPS, el gasto
sobre la inversión que parece disfrazar intereses politiqueros.
Ha sido una lástima que los artistas
y gestores que han sido víctimas de retenes de un supuesto cartel del
"yo-te-apruebo-tú-me-apruebas" lo llaman clandestinamente, no hayan
tenido esa formación ciudadana de denunciar pública y judicialmente, y sólo
recurran a hacerlo "a soto voce", en los corrillos, por físico temor
a quedarse sin alguna "ayudita" para su sostenimiento en una
actividad que no tiene mercado y mucho menos industria. Ha sido un asco
sospechar que existan también quienes explotan el arte y la cultura sirviendo
de testaferros. Por eso es que han campeado impunemente esas prácticas al
interior del IPCC que se evidencian en el crecimiento de OPS denunciado hace
años por entidades serias.
Ante esa falta de denuncia, a los
pocos que nos ha interesado emprender acciones para que las cosas cambien, sólo
nos ha quedado el ínfimo papel de cuestionar públicamente, como hemos hecho
desde hace años: ¿cómo ha priorizado históricamente el IPCC proyectos por fuera
de convocatorias? (muchos de esos proyectos para una sola ESAL fueron más
robustos que todo el presupuesto de una convocatoria entera para decenas de
beneficiados); ¿por qué contrata ESAL "de-todito" para actividades
artísticas y culturales? (ESAL con varios párrafos o páginas de objeto social);
¿Sí es suficiente tiempo una convocatoria de un día para otro vía SECOP?
Claro, como buena corruptela que
se respete, todo se hace en el límite de lo legal. Como dice un personaje de la
obra del maestro Alberto Llerena "Todo de acuerdo a la norma" (La
Mujer de las Gafas en Un Extraño Cadáver Color Malva)
En parte por esto la UNIDAD DE
ARTISTAS DE CARTAGENA - UNA CARTAGENA ha propuesto la creación de un Instituto
Distrital de Artes de Cartagena. Y en esta misma organización ciudadana, en
conjunto con líderes estudiantiles de UNIBAC, el Consejo Distrital de Cultura
de Cartagena y el 3C Colectivo Cultural Cartagena, firmamos el Pacto Ciudadano
por el Arte y la Cultura en septiembre de 2019, con tres candidatos a la
Alcaldía, entre los que se encontraba el actual alcalde William Dau, que
incluía propuestas que, si hubieran sido admitidas y gestionadas a tiempo, nos
tendría en una posición menos arrastrada que la actual: la creación de una
División de Artes en el IPCC y de unos Programas Distritales de Estímulos a la
Creación Artística, a la Investigación Cultural y al Fomento a las Artes y la
Cultura con presupuesto propio.
Pero nada. Ni siquiera ha tenido
la actual administración la cortesía de revisar ese Pacto para honrar la
palabra del Alcalde. En eso también ha fallado y profundamente.
William Hurtado Gómez
11 de abril de 2020
11 de abril de 2020